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Se celebró el encuentro “El empresariado como agente de cambio”

La CAC y AIME organizaron este evento, enmarcado en el mes de la mujer, en el que se analizó el rol de las empresas y del emprendedorismo.

En el contexto del mes de la mujer, el pasado miércoles 23 se llevó a cabo el encuentro «El empresariado como agente de cambio», organizado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) junto con la Asociación Iberoamericana de Mujeres Empresarias (AIME).

El evento tuvo inicio con las palabras de bienvenida de Julita Maristany, directora de la CAC y presidenta de AIME, quien agradeció a los asistentes y al staff de la Cámara que hicieron posible la actividad. Más tarde opinó que el nombre del evento “viene bien” en los tiempos de convulsión que está atravesando “no solo la Argentina, sino el mundo” y aseveró que en estas circunstancias “el empresariado tiene que tomar el liderazgo”. 

En esa línea, la titular de AIME destacó la responsabilidad de cada mujer empresaria de “cuidar a sus empleados y conocer sus nombres y sus problemas para hacer el mundo un poco más humano” y señaló que “quizás ese sea un aporte que puede hacer la mujer”, ya que tiene “más experiencia en el mundo de las emociones”. Sin embargo, advirtió: “Que no sea que nosotras, por estar en el mundo de los negocios, terminemos perdiendo esa calidez, ese conocer, ese escuchar que es tan importante para todos los seres humanos”. 

Citando una frase célebre de María Teresa de Calcuta, Maristany dio cierre a su discurso: «una gota de agua cambia el océano y nosotros tenemos que poner esa gotita de agua para que podamos hacer del mundo un lugar más amable”.   

A continuación, dirigió un mensaje Guillermo Dietrich, vicepresidente II de la CAC, quien reivindicó el rol del empresario, destacando el aporte que realizan a la economía las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, señaló que muchas veces los emprendedores “no lo dicen” y, en ese sentido, remarcó la importancia de que puedan “comunicar tanto a sus empleados, como a la sociedad entera lo que hacen”.

Por otro lado, destacó la necesidad de cuidar y respetar “los equipos de trabajo que son sagrados” porque “si una empresa no tiene personal de calidad, no existe”. Por último, Dietrich hizo hincapié en la importancia de “fomentar” y “trabajar la dignidad del trabajo”. Con ese fin, propuso algunas medidas que podrían favorecer esa construcción: en primer lugar, que haya un “seguro de desempleo con capacitación laboral”; en segundo lugar, indicó que imprescindible una “modernización de la ley”, ya que “hay personas que tienen un emprendimiento, pero se les eriza la piel cuando piensan en contratar gente”.

Concluyó afirmando que “esas son las salidas posibles para un país que el mundo necesita; para un país que importa teniendo gas; para un país que, en un contexto en el que las nuevas tecnologías van a necesitar litio, tiene la segunda reserva más grande del mundo”. “¿Cómo vamos a perder esta oportunidad?”, se cuestionó. 

La primera charla de la mañana, «El empresariado: de la gestión al crecimiento sostenible», estuvo a cargo de Matías Bolis Wilson, economista jefe de la CAC, e incluyó un recorrido por los aportes del austríaco Joseph Alois Schumpeter, quien ya durante la primera parte del siglo XX pudo advertir que un crecimiento económico sostenido en el tiempo era posible a través de la innovación. 

En relación con eso, Bolis Wilson puntualizó en la importancia de la investigación y el desarrollo, y explicó que “en Argentina hay un problema de interacción entre lo público y lo privado”, ya que, por ejemplo, “el CONICET tiene grandes investigadores, pero no tienen trabajo de campo dentro de las compañías”, por eso insistió en la relevancia de las asociaciones empresarias, capaces de generar esa interacción entre lo público y lo privado. Por último, y a modo de cierre, afirmó que “la Argentina necesita más empresarios exitosos por innovación, que estén hambrientos y que no se cansen de buscar”.  

La segunda exposición estuvo a cargo de Santiago Kovadloff, filósofo, ensayista y poeta, quien abordó «El rol social y filosófico del empresario/a». Al respecto, el disertante explicó que “hay un rasgo de la actividad filosófica que podría ser pertinente para calificar lo que los empresarios hacen: la filosofía es una actividad que se desarrolla a partir de la incertidumbre”. Y, desde la perspectiva de Kovadloff, “los empresarios argentinos se mueven en un mundo altamente opacado por lo incierto”. 

Por otro lado, el filósofo dijo que “muchas empresas han sobrevivido en un mundo en el que el desarrollo aparece como antítesis del poder político, porque han internalizado un sentido de la subsistencia”. Y, para concluir, enfatizó en que “lo que otorga dignidad existencial es insistir”, en ese sentido, “los empresarios tienen mucho para decir en un contexto donde hace falta perseverar, porque son el resultado de la persistencia en un mundo altamente complicado».

El encuentro, que contó con la presencia del titular de la CAC, Natalio Mario Grinman, y otros directores de la Entidad, concluyó con un lunch en el que los presentes pudieron compartir sus impresiones respecto a las disertaciones desarrolladas durante la mañana. 

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