Sobre un relevamiento en 151 municipios del país, el 69,5% de ellos incrementó la presión fiscal en los últimos 3 años. En 1 de cada 2 municipios analizados se crearon nuevas tasas. En el resto, se subieron las tasas abusivamente, por encima de la inflación.
La falta de fondos en las ciudades del interior del país está afectando a las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), porque para conseguir financiamiento muchos municipios vienen activando el mecanismo más tradicional: subas de tasas, creación de nuevas contribuciones, eliminación de exenciones, o la desactualización de los montos facturados en los casos donde se aplican alícuotas diferenciales según niveles de ventas.
Según un relevamiento realizado por CAME en 151 municipios del país, en 75 de ellos se introdujo alguna tasa o contribución nueva en los últimos 3 años. O sea, en una de cada dos ciudades. A esas nuevas contribuciones se suma que 30 de esas 75 ciudades simultáneamente subieron sus tasas vigentes por encima de la inflación, generando presión fiscal por doble vía: más tasas y subas abusivas en las contribuciones vigentes.
Pero eso no es todo. En las ciudades donde no se introdujeron nuevas tasas, se encontraron al menos 31 donde claramente las contribuciones existentes se incrementaron “abusivamente”, superando la inflación anual y el crecimiento en la facturación de la empresa.
Las ciudades relevadas representan al 49,9% de la población del país. Y en mayor o menor medida, el 69,5% de ellas subió la presión fiscal municipal entre 2012 y 2014. Eso, sin incluir aquellos municipios donde las nuevas tasas fueron introducidas por el gobierno provincial (casos Córdoba y Misiones, entre otros).
Algunas conclusiones generales que se desprenden del relevamiento son:
- Entre los 151 municipios analizados, hay 75 que introdujeron nuevas tasas y en 30 de esos 75 municipios, además, se realizaron ajustes abusivos en las tasas vigentes. A su vez, en otras 31 ciudades si bien no se identificaron nuevas contribuciones, se hicieron ajustes abusivos en las tasas vigentes. Así, entre las 151 hubo 106 que subieron la presión fiscal.
- En el ámbito municipal se detectó un abuso de tasas y contribuciones. Hay ciudades con más de 20 tributos diferentes que gravan a las PYMES. Un caso emblemático es la ciudad de Tordillo, en la Provincia de Buenos Aires, donde recientemente se incorporó la tasa número 22 denominada “Tasa por Monitoreo y Vigilancia de Cámaras de Seguridad”.
- Pero lo grave del panorama fiscal municipal es que se está produciendo una especie de ‘clearing’ de tasas, donde los municipios van introduciendo contribuciones vigentes en otras ciudades, que aún ellos no tienen. El caso actual más frecuente es la tasa vial, que se aplica sobre los combustibles: muchas ciudades ya la implementaron e incluso provincias enteras, como es el caso Córdoba, y otras tantas están buscando introducirlas (caso provincia deSanta Fe y diversos municipios).
- De continuar esa desprolijidad en los sistemas tributarios, en poco tiempo habrá una proliferación de tasas municipales de todo tipo y por servicios que no se brindan.
- Las tasas que introdujeron con mayor frecuencia los municipios en los últimos tres años, fueron: las que se aplican sobre los combustibles (denominada: tasa vial o tasa combustible), la que grava el uso de los espacios públicos y publicidad (carteles, toldos, publicidad o propaganda), la tasa de seguridad ciudadana (para destinar fondos a seguridad), la “ecotasa” o “tasa verde”, destinada a mejorar la recolección y el tratado de residuos, o tasas permanentes para financiar infraestructura como red vial, educación, hospitales, etcétera.
- En las ciudades donde no se crearon contribuciones pero sí se aplicaron ajustes abusivos, una de las tasas más afectadas es la de ‘Seguridad e Higiene’, que algunas ciudades denominan también “Derecho de inspección”, “Tributo Económico”, etcétera. Lo que se hizo fue: subir alícuotas, quitar beneficios por pago a término, incorporar actividades exentas, o desactualizar los topes para dejar de beneficiarse con las alícuotas más bajas.
- La tasa de Seguridad e Higiene ya de por sí es distorsiva: en 76% de las ciudades relevadas grava ventas brutas, superponiéndose con el Ingresos Brutos provincial, un tributo que de por sí genera muchas distorsiones en las empresas. En las ciudades donde siguen vigentes montos fijos o que la tasa se calcula en función de otros parámetros, muchas están analizando pasar a gravar ventas.
- La alícuota promedio con la cual se grava a las ventas en los municipios se ubicó en 0,7% para los comercios de las ciudades relevadas y 0,6% para la industria. Pero en casi 20% de esas ciudades, la tasa supera al 1%. Las localidades con niveles más altos se encuentran en: Entre Ríos, Tucumán, Salta y provincia de Buenos Aires.
- En los últimos 12 años, los municipios duplicaron su presión fiscal sobre las PYMES.
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